WhatsApp, arma de destrucción masiva

COMPARTE»»
Realmente no somos conscientes del daño que nos está haciendo las últimas novedades en tecnología. Hoy quiero hablar de los smartphones, especialmente de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp. Intentaré tratar el tema con humor para hacer más ameno este artículo pero no nos engañemos. El uso abuso del WhatsApp es una realidad y no son pocas las personas que están siendo tratadas psicológicamente por su adicción a los smartphones. 

Sé que WhatsApp es la ostia en patinete. Puedes hablar lo que quieras y cuando quieras. Puedes mandar una foto de lo que estás cocinando o de tu perro lamiéndose las pelotas. Incluso puedes enviar un mensaje de voz esos domingos de resaca. También te permite compartir tu ubicación. Y como sigan proponiendo novedades imagino que en 2017 saldrán dos manos para pelarnos el platano. Y todo esto al increíble precio de.... ¡99 céntimos anuales!. ¿Pero tiene letra pequeña WhatsApp?. En mi opinión, SI. Ya lo creo que si. Descargar WhatsApp supone invertir en una forma de comunicación fría, distante y pobre. Desde ese momento pertenecemos a una nueva secta robótica que nos hará vivir para y por el iPhone o Samsung de turno, pendiente de cualquier mensaje. No nos engañemos. Utilizamos WhatsApp para TODO. Ya sea para hablar con nuestro jefe, con nuestra familia o para pasar fotos de tetas, culos y gatitos con nuestras amistades, por lo que para filtrar aquello que realmente nos interesa tenemos que acceder a todos los mensajes. Además hay que decir que WhatsApp no descansa. Lo tenemos ahí, cual grano en la fosa nasal, dando por culo las 24 horas. ¿Os imagináis en el año 1998 recibir una llamada al teléfono fijo con un: "K asessssssss" a las 2 de la madrugada?. Yo tampoco. Ahora no nos cortamos. 

¿Y los grupos? A los grupos de WhatsApp directamente hay que pegarles fuego. Haces un grupo con los compañeros de clase, trabajo, fútbol o costura. En el en teoría se trata los temas relacionados con aquello que interesa: trabajo de clase, la fiesta de Manolita o la despedida de soltero de tu amigo Jacinto. Te echas la siesta y al levantarte tienes 443 mensajes nuevos. Abres y ves imágenes que hace decenas de años que circulan por Internet y que están acompañados por el icono del monigote riéndose con lágrimas que pone el compañero que vive en una cueva y no se entera de nada. También circulan fotos de mujeres en pelotas, que luego debes borrarlas por si te pilla la parienta, fotos de bebés e imágenes de "POR FIN ES VIERNES". Hijos de la gran puta. Además de WhatsApp tengo Internet, una perrita y un calendario. Me fui a dormir con 96 % de batería y me levanto con 21 %. He perdido 14 minutos de mi vida, he hecho callo en el dedo bajando por la pantalla para llegar a la conclusión que lo que me han aportado los 443 mensajes está entre 0 y una puta mierda. Después sales del grupo y eres un borde. 

¿Tener pareja y whatsapp?. ¿Estamos locos?. A eso directamente lo veo ejecutar la relación.  En eso que te levantas rápido, con prisas y sin tiempo para desayunar..... Abres el whatsapp. Es tu pareja:

- Buenos diasssssss (+ cuatro guiños al azar)
+ Buenos días
-¿Qué te pasa? ¡Estás muy seco! 
+ Nada. ¿Por qué?
- Ay no sé.... como solo me pones "Buenos dias".... ¿Te pasa algo conmigo?
- Eooooo eoooooo

2 minutos despierto y el primer mal rollo del día. Así a pelo. Sin comerlo ni beberlo. Cuando tengo novia, rollo, mujer que me ventilo implemento la técnica "aaaaaaaaaaaa", es decir, repetir la última letra de la última palabra: "holaaaaaaaaaaaa" "que pasaaaaaaaaaaaaa". Supongo que denota interés aunque yo lo veo demostrar que de entendederas andamos cortitos... Pero, con 31 años que gasto, prefiero quedar como un paleto que discutir, vía whatsApp, con una mujer. Y no nos olvidemos de la puta última conexión de WhatsApp. Si la quitas... ¿Por qué la quitas?. ¿Qué escondes?. Si la dejas: - Ayer me diste las buenas noches a las 23:13. ¿Por qué tu última conexión es a las 23:24? ¿Con quién hablabas?.  ¿De verdad quieres saber con quién hablaba?. ¡Con tu puta madre hablaba!. ¡Con la mujer que parió una chica como tu!. Y claro, por eso me duran lo que me duran las novias. 

Si hasta los padres tienen WhatsApp. Recuerdo la primera que veo a mi madre en línea. Al momento veo eso de "Escribiendo"... unos segundos.... después en línea... "Escribiendo".... línea.... pasa más de un minuto.... En ese momento empiezo a pensar para que necesita tanto tiempo para escribir, pienso que me dirá algo que no se atreve en persona.... Me entran los sudores fríos, pienso en mi plantación de estrangis y de hierba que provoca risas que tengo en la finca del pueblo.... Ya no son sudores fríos, ya hablo de ganas de cagarme encima.... y llega el mensaje: Hola Pedro. Ya tengo guasap. No sabes si reír o llorar y es ahí cuando te empieza a avasallar a emoticonos. "Nos vemos a la hora de comer + guiño sacándote la lengua". Y yo, que soy muy de imaginarme las cosas, me imagino a mi señora madre haciéndome el guiño y me entra una mezcla entre pena y vergüenza ajena. 

Después llegas al grupo de amigos... Tomas una cerveza y entre conversación y conversación a través de whats articulas alguna que otra palabra con tus amigos reales. Personalmente estoy hasta la punta del ciruelo de ver más el pelo, debido a la posición al escribir con el móvil, que los ojos de mis amistades. ¡Qué estoy aquí!. Un día voy a pintar ojos en el cuero cabelludo de mis amistades para no sentirme tan solo.

El puto whatsapp nos está invadiendo cual pandemia y no nos damos cuenta. 
Categories:

0 comentarios:

Publicar un comentario