Vacaciones en el mar

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"Hoy lo siento, no caeré en tu juego...." al son de Zion & Lennox ft Tony Dize iniciaba el día mientras prendía el primero de los cigarrillos, ese que más uno agradece y disfruta. Café. Leer prensa. Pasear a la perra. Una rutina que me estaba ahogando. Una vez delante del espejo me revelé, no quería pasar un día más trabajando en algo que no me gusta.


Hay días que el cuerpo pide revelarse ante la vida. Y por suerte, o por desgracia, a día de hoy yo decido lo que quiero hacer en cada momento, sin tener que rendir cuentas a nadie, ni a familiares, ni a una pareja ni a un jefe. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Como el vaso.

Tenía ganas de pasar un día alejado de todo y decidí ir al puerto en busca de mar. El mar ejerce en mi cual ansiolitico y permite ver las cosas de otra manera. Me encanta ver como salen los barcos, tanto grandes como pequeños, y ver como se deslizan por el mar. Puedo contemplarlos hasta perderlos de vista y espero nuevamente la salida de otro para volver a hacer lo mismo. Una y otra vez.

Otra cosa que me ofrece el puerto es poder compartir todo tipo de conversaciones con gente variopinta. Desde el pescador setentón sediento de contar mil batallas marinas, nuevos ricos maleducados y prepotentes o ricos de toda la vida muy válidos para una charla.

Ese día conocí a Nicole, Jenny y Andreas, tres alemanes de unos 35 años que desayunaban en su velero. Todo empezó cuando yo pèrmanecía sentado en una especie de roca y tenía la mirada perdida en un velero situado a unos 15 metros. De pronto, un chico (Andreas) me preguntó si tenía fuego y así es como iniciamos una pequeña conversación:

Andreas: Perdone, ¿tiene usted fuego?
Pedro: Si claro, aqui tienes, y no me tutees hombre.
A: Muchas gracias
P: Nada, a ti
A: ¿Qué haces por aqui?
P: No lo sé exactamente, necesitaba un día cerca del mar. Y aquí estoy
A: Ahhh... ¿pero tienes barco?
P: ¿Yo? Si lo tuviera estaría en alta mar.
A: Nosotros ahora nos vamos a Cabrera. ¿Te apetece venir?
P: Uy no sé! No me gustaría molestar.
A: Para nada, solo somos tres y mira que barco más grande
P: Pues la verdad es que me encantaría, pero insisto, no me gustaria ser una molestía
A: No seas tonto y vente que te presento a mis amigas

Andreas era un hombre de 34 años, nacido en Alemania y afincado en Mallorca desde hacía más de una década. Empresario de éxito, amable, tremendamente educado y con gran sentido del humor. Más adelanté me confesó que era gay.

Una vez llegamos al velero, me presentó a sus dos amigas: Nicole, alemana de 29 años que venía frecuentemente a la Isla a ver a sus amistades. Rubia tetona y muy guapa de cara. Generosa en curvas y muy elegante tanto en su forma de vestir como de ser. Después estaba Jenny, también germana aunque de descendencia suiza, morena y de tez morena, no tenía para nada el prototipo estandar alemán. Pero tenia una gran belleza a través de sus exóticos rasgos.

La presentación fue muy amena, se ve que son gente abierta y sociable y a los pocos minutos ya era un grumete más en el velero con destino a Cabrera, pequeña isla situada a unos km de Mallorca.

No habíamos salido ni de la bahia y ya tenía el primer pelotazo en la mesa. Un whiskazo a las 11 de la mañana. Por unos momentos creí sentirme en el paraíso. Velero. Whisky del bueno. Y dos alemanas en bikini a mi vera. Un buen plan, ¿no?. Solo faltaba una cosa. Un purazo. Y en eso, Andreas era de los mios y me ofreció un ejemplar de Montecristo Open Eagle, y los buenos amantes del arte del puro sabrán bien de lo que llevaba a la boca. Un manjar de dioses.

Al tercer o cuarto whisky, ya no lo recuerdo, empecé a ser yo mismo, y olvidé que estaba con tres desconocidos ricachones y los traté como puedo tratar a un amigo.

P: Puto Andreas, que bien vives, aqui en el barco un día entre semana y con dos pivones...... No eres nadie.....
A: jajajajaja hago lo que puedo.
P: Ya veo ya.... ¡¡¡¡ chicas ¡¡¡¡ como os trata Andreas????
JyN: Biennnnnn, es nuestro niñooooooo, siempre pendiente de nosotras

(pagafantas inside pensé para mis adentros)

A: Si si, pero no me traéis a chicos guapos!!!

(WTF!!! Era truchón)

P: Anda! Eres homosexual Andreas?
A: Si jajajaja, pero no te asustes, no eres mi tipo.
P: Vaya por Dios!!! Y yo que pensaba que esto terminaría como una peli de gays en Mikonos
A: Jajajajajjaja tu tb eres de los mios?
P: No jajajajjaa, solo bromeaba
NyJ: jajajjajjajajjajaja si llegas a serlo nos desnudabamos para tomar el sol, así no hay peligro jajajjaa
P: Como si estuvieráis en vuestra casa chicas, por mi no os cortéis.
N: Eso es lo que quieres tu. Pero quitate tu la camiseta,no? que mucho pedir y parece que tengas frío
P: Voy voy, pero no sabía si procedía (ya que Andreas iba con camisa)

(me quito la camiseta)

P: Andreas que? me dirás que no te pongo goloso eh?
A: Jajajajjajaja pero si estás muy delgado hombre.
P: Vamos a llevarnos bien. Estoy fibrado. En el punto.
A: Jajajajjajajaa 
P: Nicole deja de comerme con la mirada, que me incomodas

(me miraba pero nada exagerado, eso le llamó yo echarse un farol con las mujeres. Es decir llevar malas cartas (mi cuerpoescombro) pero darmelas de modelo. Suele dar resultado, depende en el tono en que se lanza el farol).

N: Jajajajjaja solo me he fijado en la cicatriz... ¿de qué es?
P: Uy! Es algo largo de contar. Resumiendo te diría que fue a Pamplona durante la segunda semana de julio y me llevé una cornada de recuerdo.
N: No entiendo
P: Mejor mujer, malas épocas. No lo cambiaria por el presente. Y nunca mejor dicho

(mientras me llevaba a la boca el vaso de Whisky. Este ya, cortito. Como Estela Reynolds. Fernando Esteso le chupó un pezón. El izquierdo)

Había perdido de vista a Andreas, hasta que lo ví aparecer con unas cartas en la mano y una cara de felicidad proponiendo un poker. Yo ahí pensé que empezarían a sacar billetes y estaba en terreno pantanoso. Pero para nada. Jugaban sin dinero. Aburrido es poco. Después de unas cuantas manos propuse darle un poco de vidilla al juego, retándoles a quien perdiera tenía que beber un chupitazo. Y accedieron. Después de varias manos más, el alcohol ya iba afectando en los tripulantes, especialmente en las chicas, que iban bastante contentas. Momento en que Nicole se quita la parte de arriba del sujetador, lo tira al agua (me quedé bastante loco), y dejó a mi vista unas increibles pechugas, super bien puestas (imagino que operadas) y siguió jugando tal cual. Las mujeres son muy envidiosillas. Y siempre quieren destacar. Sean poligoneras o las más ricachonas. Jenny, como presuntamente no podía competir con la delantera de su amiga, se bajó las bermudas y se quedó en tanga, un impresionante tanga de hilo de color blanco que remarcaba su bronceado y dejaba a la vista un impresionante culazo respingón.

Yo. En la gloria. Y sembrado, muy sembrado. Picando a las chicas a seguir con la juerga con seguir haciendo cosas para quien perdiera la mano. Y esa mañana tenía un as en la manga, y no es una forma de hablar, y es que tenia un AS en el bañador y así, casi nunca perdía. El único que se dió cuenta fue Andreas, que no hacía más que reirse.

Primera parada. Anclamos el velero en alta mar y decidimos darnos el primer bañito. Tanto Nicole como Jenny se lanzaron al agua completamente desnudas, mientras Andreas y yo, nos tiramos en bañador, el mio de estilo surfero y el suyo de cuadros, como mandan los cánones pijeriles. Andreas tenía algo de panza el cabrón, aunque con la camisa la disimulaba muy bien.

Una vez en el agua, veo que las chicas van a por Andreas y le quitan el bañador entre risas. Yo seguía a lo mio, cual niño pequeño que ve el mar por primera vez, y disfrutaba más del agua transparente que de tener a dos chicas desnudas a mi alrededor. Pero si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma. Y tanto Jenny como Nicle se dirigieron a mi cual montañas a Mahoma para intentar quitarme el bañador. Como estiraban las putas. Me arañaron y todo. Y después de un forcejeo me quitaron la única prenda que tenía. 

Bañarse desnudo es una de las mayores sensaciones de placer que podemos encontrar en la vida, yo diría que la segunda. La primera ha sido, es y será cagar. Follar la dejaría en tercer lugar. Sobrevalorado. Como Messi. Una vez desnudo, me quedé algo cortado, no sabía muy bien que hacer, y había perdido algo de chispa y espontaniedad que me caracteriza. Y más cuando las chicas intentaban deducir el tamaño de mi pene a través del agua. En ese momento me cagué en el agua transparente y en la falta de contaminación en la zona, pero lo remedié agitando el agua para distorsionar las imágenes, como las caras de los crios en TV. Error. O no. Eso dió a pie a Nicole, la más lanzada, a bajar la mano por debajo del agua y tocarme el rabo sin ningún tipo de complejo:

-La tiene pequeñaaaaaaa!!! jajajajjajajaa
-¡Como la voy a tener! Si está el agua helada. Además que no la has tocado bien.

Y volvió a por más. Pero esta vez se llevó una sorpresa. Tonto soy, pero manco no. Y en un puntazo fui directamente a buscar su monte de venus. Bruscamente. Vamos, que le metí la mano en su coño. Nos miramos. Reconozco que aguantar su mirada mientras tocaba el coño, intentaba no ahogarme y saber que por ahi rondaba Andreas con el mástil izado y pendiente de mi culo, fue difícil, muy difícil. Pero aguanté hasta que me devolvió una sonrisa y continué con mis exploraciones vaginales. Sino fuera porque estabamos dentro del agua, os diría y sin temor a equivocarme, que era a vagina más mojada que jamás había tocado. Así que para saber si estaba excitada solo tenía la referencia de la abertura de su vagina. 2 dedos y casi entra el 3. Cachonda era poca. Y yo que empezaba a empalmar.

Esa situación no podía durar mucho más. Aguantar dentro del agua y parado es tarea para David Meca, así que y mientras nos besabamos la fuí llevando hacia el barco, situado a unos 10 metros.Una vez en la superficie, mi herramienta ya ondeaba a media asta y solo faltaba unas succiones de glande para levantar la tienda de campaña. Y no tardaron en llegar.

Mientras me la chupaba, levanté la vista y vi a Andreas mirando y me asentía con la cabeza, no sabía si me daba la enhorabuena o admiraba el tamaño de mi falo, pero rápidamente quité la mirada, y miré hacia Jenny, que desde el agua no perdía ningún detalle la muy zorra y poco a poco se iba acercando al barco y se subió. A pesar de la situación, Jenny se quedó a escasos cm de mi mientras se secaba y empezó a besarme mientras Nicole seguí trabajando en la limpieza de bajos. Cuando esta última levantó la mirada y vió el cambio de papeles, no pareció importarle y se animó. Ya lo creo que se animó, tanto fue que empezó a tocar los genitales de Jenny, que seguía besandome mientras que yo le acariciaba sus pequeños pero tulgentes senos.

Lo mejor llegó cuando las dos se agacharon y empezaron a chupar, como si no hubiera un mañana. Ese momento me lo jodió Andreas, que lo vi subir desnudo hacia el barco y que venia hacia a mi....

-No no no no Andreas tu ya noooo, no mola esto
-Como que no, vamos a pasarlo bien todos,no? (risas)
-Yo me voy
-Jajajajajjaaj que es broma hombre

Que alivio. Que mal trago. Me desempalmé y todo. Una vez tuve el pene en condiciones, tuve la necesidad de meterla. Era todo demasiado bonito para ser verdad y temía de que cualquier circunstancia pudiera joderme el triaco o que el de LQSA me diera un llama cuelga para unirse, por lo que estaba ansioso por meterla en los dos agujeros. Craso Error. Las mujeres a partir de los 25 piden ser penetradas por dos agujeros. Y así fue. En 10-15 minutos penetré cuatro cuevas, aunque por suerte, no hubo que lamentar daños colaterales. Una vez cumplidas mis fantasías, ya pude dejar de pensar en mi vecina del quinto, que tiene más barba que el indigente de la esquina que hace 6 meses que no se afeita, y me dejé llevar hasta lograr la corrida de mi vida, donde Jenny y Nicole la esperaban con ansia y competían para haber quien se llevaba más esperma a la boca.

Después el viaje continuó, tomamos una paellaza en Cabrera y mil detalles más, pero creo que ya he colmado toda vuestra atención, por lo que es buen momento de poner punto y final a esta historia que tuvo lugar un 11 de agosto de 2011.


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