La verdadera crisis

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El españolito de a pie es la ostia. Llevo años escuchando la cantinela de la crisis. Que si no hay trabajo, que si no hay dinero, que si tal que si cual... Si hay algo que nos diferencia del resto es la capacidad de victimismo que tenemos y el amplio surtido de excusas que tenemos para justificar la realidad, que somos unos fracasados. Es momento de admitir que el "español medio" es un fracasado incomprendido y para conseguir este dudoso reconocimiento llevamos años haciendo méritos.


Todos tenemos a un amigo que dejó los estudios a los 16, sin el graduado, sin apenas experiencia laboral y quejándose de la crisis. Además, "como no hay na" se queda durmiendo hasta las 14 después de una noche de petas y play con sus amistades. No hay nada y probablemente no haya nada en un futuro para ti pobre parásito que no te dignas a sacarte el graduado ni te especializas en ninguna profesión. ¿Experiencia laboral?. Si, esas tres horas que trabajaste con tu tio Genaro ayudándole a sacar escombros y a la media hora ya gimoteabas "tengo la espalda rota tito". Pero es más fácil señalar "al Rajoy o al Zapatero" de turno que asumir un fracaso personal. Y este amigo no creáis que vive en la indigencia, seguro que gasta un Galaxy SIV, la play III y fuma su cajetilla de Marlboro diario. ¡Ah! Y está pensando en hacerse el 7 tatuaje con el nombre de "La Vaneh", que es la rubia tetona con la que se magrea en el parque entre politono y politono. 

Pensaréis que he puesto un ejemplo exagerado y seguramente así sea, pero en cualquier colectivo encontramos ejemplos a no seguir. Paco, el chapuzas del barrio. Un clásico del bar de la esquina. Suple su falta de cultura con su maña para arreglar cualquier estropicio en un hogar. Es el típico que solo se queja: Que si hay que pagar mucho para ser autónomo, que si los políticos solo roban, que si tal.... Después siempre que puede te cobra los trabajos en B. ¡Qué se joda HACIENDA! piensa el mientras llama enano hormonado estafador a Messi. 

Luego está Pablito, ingeniero recién licenciado que no encuentra nada de lo suyo. Carrera pagada a tocateja por sus padres. Como el dinero de los demás nos la suda, el tardó 7 años en aprobar. Tiempo  y dinero que invirtió en cerrar todos los garitos de la ciudad cada jueves. Ahora está tumbado en su cama chateando por WhatsApp y lamentando ser un desgraciado por no encontrar un trabajo de lo suyo. Le ofrecen currar en un Mcdonalds. ¡Como voy a trabajar en una mierda de esas!. Claro, sabe que no le faltará lo básico mientras esté con sus papas. Techo, ropa (de la cara), comida, iphone, ordenador y tele de 40 pulgadas en su habitación.

Luego tenemos a Miguel, funcionario desde hace 30 años. Hoy lamenta que cobra menos, que la vida es más cara y que le han quitado una paga extra hace 2 años. En los 90' cuando entraba media hora tarde y se pasaba una una hora merendando callaba como una putita. 

NO GENERALIZO pero somos unos quejicas. Nos quejamos por decreto y esquivamos el bulto. Hemos convertido el "Es que..." en una de las palabras más utilizadas y somos unos señoritos de la ostia. Estoy cansado y hastiado de oír la palabra CRISIS en gente que no tiene ni puta idea de su significado. ¿No tenéis abuelos?. Joder, yo no soy experto en historia de España pero no hace muchos años la gente lo pasaba mal: Cartillas de racionamiento, comer pan duro o sobras, pocas oportunidades para formarse, etc... Y me jugaría un dedo que se quejaban menos que nosotros.

Nos quejamos pero no actuamos. Bueno si, salimos a la calle con movimientos tipo 15M para pedir la cabeza del político de turno pero ni para eso servimos. A los dos días estas manifestaciones se convertían en comunas "cumbayá" de hippies tocando los timbales y fumando cigarritos de la risa. Sin embargo no salimos a la calle para luchar por nuestro futuro. Vamos a desengañarnos. En España, y en cualquier país, siempre habrá injusticias, crisis, colectivos menos favorecidos... Esperamos a que nos venga el Mesias, conocido también con el nombre de Pablo Expropiador  Iglesias, y nos de trabajo, vivienda y putas para todos. Pero nos desatendemos a nosotros mismos. Ni nos formamos, ni buscamos trabajo, ni nos rebajamos a trabajar por X condiciones. Ni mierda. 

Es que ya ni disfrutamos de las cosas.  Y eso es lo peor de todo. Hemos perdido la ilusión. Dejamos que cosas (que no dependen de nosotros) nos afecten en nuestra vida y acabamos AMARGADOS. No hay nada más triste que una persona sin ilusión. Para mi eso es estar muerto en vida.

¿Solución? Yo desde luego he dejado de juzgar al resto y juzgarme a mi. A ser responsable de mis actos, a planificar lo que quiero y LUCHAR por ello. Y sobretodo, a disfrutar de los momentos buenos que me da la vida.

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