Historias sexuales lamentables

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Todos hemos vivido alguna situación sexual lamentable. Quien diga que no miente. Como yo tengo mucha experiencia y mucha imaginación he recopilado una colección de situaciones vividas ( O NO) relacionadas con el sexo. A modo de aperitivo os dejo una a continuación mientras que si queréis descargar las 10 historias lo podéis hacer, de forma totalmente gratuita, desde este enlace.  Espero que sean de vuestro agrado.



Magalluf - 2008. Ese verano hice muy buenas migas con un gallego enganchado a la farla. Lo cierto es que, NO HOMO, era una persona muy inteligente y que aportaba muchas cosas. Lo que más nos unía eran experiencias demigrantes con mujeres y que compartíamos entre risas, licores y gramos. Bueno apenas me atizaba ya que en 2008 ya había dejado el vicio. Una de esas noches de verano se nos hizo bien entrada la mañana y como aún estábamos frescos como lechugas decidimos ir a Magalluf. Eran ya las 10 de la mañana pero esa zona nunca descansa y seguro que en la playa encontraríamos decenas de mujeres inglesas y tetonas de muy buen ver. Magalluf es terreno ideal para la demigrancia. Todo vale ahí. No hay leyes ni reglas. Es un distrito apache en el que los ingleses campan a sus anchas. Tenía la costumbre de ir siempre con la camiseta de Inglaterra con el nombre de ROONEY, por aquello de encajar mejor con el colectivo y siempre me fue bien. Incluso una vez me mantearon entre media docena mientras yo relataba con mi inglés de la LOGSE el gol de Nayim contra el Arsenal.

Ya estábamos en la playa y perdí de vista al gallego, que se había acoplado a un grupo de holandesas que estaban de despedida de solteras y aunque era de buena mañana ya llevaban el punto. El me hacía aspavientos y voceaba para que fuera: ¡¡¡Pedro carallo que vengas!!!!. En ese momento tenía la clásica caraja de ir mamado + solano a 35 grados y estaba de todo menos presentable por lo que me tumbé buscando recuperarme un poco. Me sobé una hora y al levantar la vista vi como ya iban borrachisimos y el gallego les bailaba con menos gracia que su puta madre. Me acerqué a el para decirle que nos fuéramos que yo iba a echar la papilla en cualquier momento o que me iba a dar un jamacuco. Pero el gallego tenía un poder de convicción impresionante y a los 5 minutos ya estaba pegándole a una vinito tinto peleón mientras me inmiscuía en la charla. Hablaban de sexo pero como mi inglés es una puta mierda apenas me enteraba. Una de esas holandesas se encaprichó conmigo. Era algo más mayor que yo, guapita de cara y de cuerpo delgadita. Su único fallo es que de teta a teta tenías que coger dos autobuses y metro. A la hora de comer nos invitaron al apartamento donde estaban alojadas y nos prepararon unos spaguetis rancios y secos que engullimos como si de un manjar se tratara. Necesitaba comer y que se me bajara el colocón, además ya sabía que iba a tener temita porque la holandesa, de nombre Hannah, me había tocado el paquete cuando fui a pipear la nevera de ese apartamento.

El gallego, forocochero de pro, se pintaba unas lonchas en la mesa del comedor mientras tenía a tres chicas pendientes de el. El se crecía. Me daba mucha rabia cuando iba de crack por ser un coquero, pero eran sus costumbres y las respetaba. Hannah me cogió y me llevó a una habitación. Ahí empezó a torrarme la cabeza con su ex, que le había mucho daño y movidas varias que si ya en español me importan poco en inglés ni os cuento. Los dos tumbados en la cama, ella abrazándome el pecho, etc. Lo curioso es que se había puesto camiseta cuando en la playa y en el apartamento iba con las trufas al aire, y eso lo agradecí para no ver como una de sus tetas apuntaba a la Meca y la otra a Teruel. Me empecé a hacerme el dormido para ver si reaccionaba y me daba golpecitos en la cara. ¡Qué rabia me da eso!. Se lanzó a mi boca y empezó a besarme cual salvaje, besos asquerosos y salivados con aroma a vino peleón. ¡Menudo suplicio!. Era como besar a un vagabundo, así que posicioné mi mano para hacer un ataque demoledor. El objetivo era meterle el dedo en el coño en un movimiento rápido. Es la puta clave. Una vez tienes el dedo en el enchufe no hay posibilidad de "cobra" ya que las muy zorras quedan electrificadas del gusto pero esta vez fallé y le pegué por el perineo.... La verdad es que no se tomó muy bien mi actitud y me dijo que no lo intentará más que además tenía la regla.

Yo pensaba que eso quedaría en unos besos asquerosos hasta que se puso encima de mi y nos empezamos a restregar cual adolescentes. Llevaba bikini y se o iba poniendo a modo de tanga para manosearle el culo mientras me apretaba fuertemente el pubis sobre mi miembro, que yacía durísimo cual hormigón armado y donde mis venas pollales simulaban un mapa de ríos. Yo, que soy un estratega en esto del sexo, iba retirando el bikini para dejar el ano al descubierto. Además en ese momento ya tenía el bañador por los tobillos y me rozaba con su bikini. Cuando lo vi claro bajé más de la cuenta la polla e intenté clavársela por el agujero de sauron a traición, pero lógicamente la embestida se quedó a medio camino y mi soldado marinero quedó atrapado entre los glúteos. No se lo tomó nada bien. Empezó a abofetearme y a chillar como una loca histérica, ante tal alboroto entró el gallego seguido de las 3 amigas de ella y se lió parda. Hannah llorando y buscando mi cara con una sandalia de playa, yo en modo posición bola, el gallego separando y empujando... A la media hora se presentó la Guardia Civil por la llamada de algún vecino.

Por suerte en ese tiempo tuvimos tiempo de aclarar el malentendido y las holandesas no dijeron nada malo de nosotros, sin embargo tuvimos que ir a prestar declaración al Cuartel de la zona (donde los etarras mataron a dos Guardias Civiles) porque el gallego se le fue un poco la boca con los de verde.

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