Pasados los 30 he conocido el verdadero significado de "estar estreñido". Una sensación que no recomiendo a nadie y que a continuación voy a relatar.
Anoche al llegar a casa me las prometía muy felices cuando me disponía a pegar una cagada épica. Sabía que venía una buena tortuga y eso, hasta ayer, siempre es un placer parirlo. De hecho anoche entre risas y varias afirmé ante la estupefacción de los presentes que una buena cagada es mucho mejor que un polvo.
El tema es que me siento en el trono, agarro la Liga Fantástica Marca, y empiezo a apretar. Empiezan los primeros problemas. El "niño" debía venir de lado por que no había manera de sacarlo así que he procedido a "descagar", es decir, cagar para dentro con el objetivo de devolverlo a su sitio y para ello es necesario ir apretando poco a poco. Esta situación bastante homo nos ha pasado a todos y lo sabéis. El problema es que el "niño" se ha quedado encajado y no había manera de retroceder, lo peor de todo es que intentaba sacarlo ayudando con papel y no solamente no salía si no que además he sacado rojo el papel de culo, imagino que de un pequeño desgarro de alguna vena anal. Con miedo a que esa cagada se convirtiera en una matanza de Texas retrocedí lo máximo que pude el zurullo y me intenté dormir con la esperanza de que por la mañana la cosa fuera más fina.
Solo he podido dormir dos horas de una tacada y me parecen muchas teniendo un zurullo del tamaño de un pollón africano abriendo paso y he vuelto a proceder en el baño con idénticos resultados. Además en esta ocasión han empezado a asomar otros síntomas tales como sudor frío, escalofríos e impotencia. Ya me veía yendo al médico para que me hicieran una succión mierder o algo pero hace unos minutos y en un tercer intento llegó el milagro. Tirando de épica he conseguido sacar el mondongo, duro cual hormigón armado. No sabéis lo bien que me he sentido. Ahora queda sacarlo de la boca Roca, que he tirado dos veces de la cadena y ni se ha inmutado el hijo de puta. Si a la tercera aguanta el tipo lo rescato y le pongo nombre.
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