Dejarse la barba y afeitarse los cojones

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Las putas modas nos convierten en borregos. Ahora se lleva la barba larga, la que antaño identificaba a los indigentes. Ahora si estás meses sin afeitarte eres un hipster. Un modernete, vaya. Lo cierto es que me jode bastante ya que siempre he sido de dejarme la barba, por simple vagancia pero tendré que hacer un pensamiento para no pertenecer a este colectivo de gafapastas. Lo curioso es que puedes llevar una barba de seis meses pero los cojones te los tienes que repasar cada semana.¡Si! Ahora ya no son solo las mujeres los que se recortan los pelos púbicos si no que también somos los hombres los que tenemos que pasar por esta ridícula tarea de pasar el cortacésped por los bajos. Lo único bueno de esta moda, recordemos que hace 15 años no se depilaban las intimidades ni Anacleto, es que parece que tiene un nabo más grande.

Lo de afeitarse el rabo me jode especialmente por que me he tenido que adaptar a esta puta moda, ya que ir con el bosque me haría perder posibilidades de repetir jodienda amén de que mis pelos púbicos y cojonianos serían la comidilla de conversación en el grupo de la susodicha que me percuta. Y si puedo elegir, prefiero que hablen de mi buen o mal hacer dentro de las artes amatorias. Se dice que depilarse el coño/polla es más higiénico y la verdad es que discrepo bastante, quizás las chicas si que tengan algo más de excusa ya que entre fluidos, sangre de la "roja" y sudor los pelos pueden quedar más apelmazados que su puta madre. 

Pero depilarse el coño tampoco es la solución. No sé si será más higiénico pero estoy cansado de lidiar con conejos que presentan barba de tres días, pelos como serruchos que siento como se me clavan en mi bajo vientre cada vez que embisto a la señorita que se precie a abrirse las piernas, pelos que chocan contra mi pubis "arreglado pero informal" en una lucha encarnizada por ganar la batalla pelopubial. Por no hablar de los granitos rojos que hacen acto de presencia después de una sesión de depilado íntimo. Me recuerdan a las caras de los adolescentes entre tanto pelito corto y grano. Hay veces que tengo ganas de dibujar una boca, orejas y una nariz y dar vida a ese Bartolo, aunque boca no la dibujaría ¡jajajajaja! que la tiene y bien llena.

Pero lo que más me jode, me "inrrita" como decía mi amigo gitano y me hace hervir la sangre es que con el depilado estamos destruyendo el hábitat de la ladilla, una parásito que tiene su corazoncito y sus sentimientos y que estamos exterminando por una puta moda. ¿Quienes somos nosotros para tal aberración?. 

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