Una fiesta VIP....

Con la llegada del calor y buen tiempo, llega el movimiento en la Isla. Ayer por la tarde me llamó un buen amigo de la facultad, bueno realmente lo conocí en el instituto, pero queda mejor lo primero, ¿verdad?. Lucas es un vividor con una labia nunca vista antes, y conoce a todo el sector del famoseo. Me dijo que por la noche había una fiesta privada y que tenía un pase para entrar. Enseguida le dije que si, y es que salir con el es sinónimo de vivir todo tipo de historias de dudosa credibilidad, pero rápidamente me dijo que el no podía ir y que me dejaba su pase. La verdad es que dudé, y es que ir solo a un sitio de estos, es un poco raro, ¡pero que cojones! Era una oportunidad única para dejarme ver en este tipo de saraos.

Ahora quedaba encontrar una vestimenta apropiada para un evento de tales magnitudes, y como mi fondo de armario está más vacío que el estómago de un indigente volví a tirar de mi amigo Lucas para que me prestara un traje de luces para la ocasión. Ya en su casa estuve probando más combinaciones que Guardiola hasta que finalmente dí con el clavo. Arreglado pero informal. Y ojo al detalle. Unas gafas de pasta. La putada es que tenían algo de graduación y parecía que ya llevaba 2 copas. Bueno tres, y es que durante la prueba de vestuario iba pegando lingotazos a la botella de Whisky que Lucas tenía en el salón.

60 km de camino. Para que luego digan que la isla es pequeña. Pero los trayectos con buena música se hacen más llevaderos, y una vez más tiré de ItaloDance para empezar a entrar en calor. ¡Eso si que era música cojones!. Control de alcoholemia. Sople aquí. 0,0. Palmadita en la espalda del agente de la Benemérita y siga su camino. ¡Si señor!. Recuerdo una vez de joven cuando le hice una broma a un Guardia Civil y me giró la cara de un tortazo. ¡Qué tiempos!.

Aparco. La verdad es que aparque a unos 200 metros del sitio, ya que me imaginaba que estaría el típico "aparca" y me haría bajar del coche para aparcarlo.¿Entrar en un sitio sin saber donde tienes el coche? ¡Jamás!. Ni el coche ni el último cigarro de la cajetilla se comparten. Las mujeres si. Siempre y cuando no las quiera.

¡Me pongo las gafas y arreando para la party!. Ya olía el pijoterío y el perfume de fragancias caras. Y yo con mi imitación de los chinos de Aqua de Gio que, por el momento, aguantaba el tipo. La entrada ha sido muy rápida, he desenfundado mi pase cual pistolero del Oeste y me han empezado a abrir cintas rojas mientras un hombre me acompañaba hasta el jardín.

No sabía si era por las gafas pero no veía a nadie que me resultara conocido, aunque también es verdad que últimamente no veo mucho la televisión y no conozco los famosetes. Se acerca una camarera con canapés y arramplo con lo que puedo sin quedar como un muerto de hambre. Para ello utilizo una estrategia.Cojo canapé. Estudio la dirección a seguir de la azafata.Rodeo su trayectoria rápidamente. Y voilà. Otra vez delante mia. Canapé que te crió para el nene. Y que mejor manera para bajarlos que con una copita de Champagne de los caros. ¡¡¡¡¡¡EXTRAAAAAA!!!!! Diviso al primer famosete. David Bustamante. Cantante. Me entra la risa floja y es que lo veo muy pequeño, pero extremadamente fuerte y fibrado. Tenía la camisa que le rebentaba. Me acerco.

• ¡¡¡Hombreeee!!!! David!!!! Soy un gran seguidor tuyo!!!! Me encanta Operación Triunfo, aunque mejoró mucho cuando fuiste tu. Antes era muy aburrida.
• Muchas gracias hombre, aunque yo estuve en la primera edición.

Vaya. Me había cazado. Pero se lo tomó a risas. Buena gente. Estuvimos hablando unos minutos, me enteré que es de mi quinta,de los que este año cumplimos los 30. Nos dimos un abrazo y me fui a continuar mi ruta,esta vez dentro de la discoteca ya que en el jardín quedaba un poco mal estando solo, almenos dentro me podría arrimar a la gente sin que fuera raro. ¡Qué calor! Primera parada. Guardarropa.   La chica que regentaba el "perchero" era muy mona y habladora. Incluso me preguntó quien era. Le dije que había estado en Gran Hermano en 2005 y se lo creyó. Supongo que no seguiría mucho el programa y me alegré de ello. Ya sin la americana me fuí acercando tímidamente a la pista de baile. Bailar solo es un poco lamentable, así que me uní a un grupo de chicas que me aceptaron gustosamente. Intento mirarlas para ver si eran famosas. Pero entre las gafas y los focos de discoteca no veo un carajo. Así que cojo de la mano a una chica y hago la táctica "teconozco"....

• Me suena mucho tu cara.... pero ahora mismo no caigo....
• mmmmm.... no sé..... 
• Tienes cara de actriz.... ¿lo eres?
• No (risas) aunque es probable que me hayas visto por la tele.

Me cuenta que salía en 21 días, el programa de Cuatro. Pero no la creo. Solo vi ese programa el día que hicieron 21 días haciendo porno (dió para paja) y no era ella. Pensaba que me vacilaba y le dije: Bahhhh.... no eres tu. Pero vamos, podemos probar lo de 21 días comiéndonos la boca. No paraba de reir Adela que así me ha dicho que se llamaba. Cuando he llegado a casa he "googleado" y efectivamente era ella. Joder. Que metedura de pata. Me he sentido mal y todo, aunque ella me ha tratado super bien.(Nota mental: mandar un e-mail a Adela al terminar la historia).

El próximo destino, como buen español, es la barra. Es el único lugar donde la soledad te da puntos ante el resto. (carisma +1). Desde ahí puedes controlar todo lo que se cuece. Tu mandas. Veía rostros semi-conocidos cada 2x3. Por suerte, tenía a dos cotorras al lado, imagino que periodistas, que iban cuchicheando a los famosetes que veían. No conocía a casi ninguno. Bueno a Boris Izaguirre si. De crónicas. Se puso a mi lado, nos miramos, sonrisa de cortesía y giramos la cara. Tenía el pelo algo más largo y con muchas canas. Vuelvo a la pista y me encuentro nuevamente con Bustamante, me da un abrazo y se pone a bailarme.Intento seguir sus pasos hasta que me llego al umbral del ridículo y, como quien no quiere la cosa y con una bonita sonrisa, abandono el lugar. Tenía las de perder. Además, estar con un famoso te convierte rápidamente en el centro de atención.

¡¡Coño!!! Había un reservado. Intento colarme hasta que un armario empotrado y montado,no como los de Ikea, me dice que ahí no puedo entrar. Acción fallida (Carisma -2). Regreso a la pista e intento moverme sin dejar de perder la vista a Bustamante. Lo evito. Alzo la mirada y la veo a ella. A uno de mis amores platónicos,Amaia Salamanca. ¡Joder!.La tenía a un metro contoneándose como si no hubiera mañana. Mi diva.Solo os digo que me tragué todos los capitulos de la serie de tetas. Me puse bastante nervioso así que opté por la táctica fuera de juego. Es decir, te sitúas en línea de la persona más próxima a la víctima y poco a poco te vas dejando caer en posición ilegal. Nunca falla. En menos de un minuto ya me estaba rozando con ella y nos empezamos a dedicar miraditas. Quería decirle algo pero no encontraba la frase idónea para abrir la lata. La verdad es que me impresionaba. Pero de perdidos al río.

• Amaia, yo por ti me hago narcotraficante si es menester.
• (risas) A mi me gustan más normalitos. Pero gracias.
• ¿Me permites una foto con una de mis divas?
• Si claro..... 
• Avisa a tu amiga pues y tu nos haces la foto
• mmmmm
• Que es broma Amaia!!!!!
• Ahhh bueno jijijiji (solo soy una chica)
• Mira al pajarito Amaia....Pero al de arriba,eh???
• (risas)
• Clickkkkkkkkkkkkkkk

Momento inmortalizado con mi smartphone de la compañía con sede en Cupertino. Ya pensaba irme de ahí pero la moza me daba conversación. Supongo que le había causado gracia, y es que en estos sitios la gente "no entra a las chicas", son muy paradetes. Me preguntó quien era y que hacía ahí, y le dije la verdad, que era un mindundi que estaba ahí más perdido que Messi sin Xavi. Al igual que Adela solo se reía conmigo, no se si es el protocolo habitual de las famosas o si realmente le hacia gracia con lo que decía. Estaba agotando mi repertorio de chistes y es mejor irse en el momento algido que ver como se va muriendo esa chispa entre mi amor platónico y yo. Además, un latigazo de la indiferencia no viene nada mal. Me despido y me suelta un: Luego te veo. Salí de la pista pensando:¡Aquí hay tema pero vamos! Pero rápidamente dudé en si también esa coletilla formaba parte del protocolo del gremio.

Regresé al jardín. El punto neurálgico de la fiesta y donde se cocía realmente el bacalao. Además, ya llevaba ese puntito que me hacía no sentirme ridículo a pesar de tener a mi sombra como única compañera de viaje. Me senté en un sofá de estos de jardín, de color blanco impoluto y que invitaba a una siesta. 

Desde ahí pude contemplar el panorama así como el ir y venir del gentío. Me llamó la atención la gran cantidad de lameculos que reían las gracias a algunos famosetes, imagino que serían periodistas y se estarían currando una ¿amistad? para el día de mañana conocer secretos. Cuando ya estaba apunto de ir a refrescarme el gaznate se acercó la chica del guardarropa.

• ¿Puedo sentarme?
• Claro mujer.... (hago el gesto de golpear al sofá para que se siente a mi vera)

La chica tenía un rato libre y salió a tomar un poco de aire. Rápidamente su conversación giró en torno a Gran Hermano. Y al final, y como no podía ser de otra forma, me pilló que era un farsante. Por suerte se lo tomó a broma aunque la verdad que después de haber estado con Amaia, la noche había cogido otro cariz, y la chica del guardarropa, aunque tuviera un tipín de toma pan y moja, me la sudaba un pie. Y me daba mucha rabia, porque la conversación estaba siendo muy interesante, pero tenía la cabeza en otra parte y enseguida me hice el sueco y le dí esquinazo en busca de Amaia, que estaba a unos metros de mi tomando un coctel o algo de eso. Me olí los sobacos y me dispuse al ataque:

• Amaia deja de desnudarme con la mirada. Me incomodas.
• Ehhhh? (risas)
• Joder tia, quería ver una expresión seria por tu parte. Pero lo doy por imposible.
• (Risas) Soy una chica muy risueña
• ¡¡¡Que grande y bonita eres!!!! ¡¡¡ Quien fuera duque!!!!

Y ahí vino lo mejor de la noche. Me semi-abrazó y me dió dos besos!!! Así sin más. Entre los nervios y demás se ve que moví la cara y estuvo a punto de darme el pico, la putada es que no me afeito desde finales de enero y la barba espesa me impidió sentir los labios de mi diva, unos pelos que hicieron de barrera entre su boca y la mia. Después se despidió y me dijo que le mandara algún e-mail contándole como me va la vida y que le pase las fotos. Lo haré. Pero más adelante. Que sufra. Otro latigazo de la indiferencia. Pam Pam.

Sin Amaia en escena me entró el bajón y apunto estuve de irme. Pero entré con la idea de despedirme de la chica del guardarropa. Una vez dentro y sin ningún tipo de presión pude ser realmente como soy, y abandoné esa pose de chico interesante y distraído. También me desprendí de las molestas gafas que me hacían ver borroso. Y bailé. No con el gracejo de Bustamante pero oiga, mi vaivén de caderas no cdejó indiferente a nadie, en especial a la de 21 días, que se acercaba y me meneaba el culito a mi vera. La cojí de la cintura de avispa que tiene (está muy delgada a mi gusto) y bailé un par de canciones con ella. Incluso le ofrecí invitarle algo de beber, y como era barra libre.... ¡Esos whiskazos camarera! Glub...Glub... Y otro más. Y otro. A lo tonto ya llevaba un puntito curioso. Lo noto cuando empiezo con el tartamudeo. A...A...dee....laaaaa que guapa paaa eressssss. Y ahí la cagué. Porque se fue yendo de mi como quien no quiere la cosa. Una pena. Sino caía.

Ya me iba hacía el coche a dormir la mona cuando me encontré con la chica del guardarropa, que había acabado de currar y no tenía como bajar hasta la ciudad. Le ofrecí llevarla y aceptó, siempre y cuando llevara el coche ella. Uy. Una mujer al mando de mi motor alemán. El alcohol me hizo aceptar. En marcha. La verdad que borracho soy algo pesado. Le cantaba todas las curvas y cuando daba algún que otro volantazo chocaba la cabeza con el cristal de forma violenta. Siempre lo hago. Al día siguiente amanezco con chichones. Después de 60 km de trayecto llegamos a su casa, una urbanización de las afueras de la ciudad, y nos quedamos charlando un rato. Me cuenta que vive sola, soltera.... Vamos, polvo fijo. Empalmaba por momentos. Sabía que terminaría en su cama,sofa,cocina y baño poniéndola mirando a Cuenca. Y me empalmaba más.Y más cuando fuí a comerle la boca y respondió con pasión. No fuí brusco y dejé que fuera ella la que tomara la iniciativa. Y lo hizo. A los pocos minutos ya tenía mi mano en la entrepierna y manoseaba por fuera del pantalón mi pieza de ibérico, que esperaba izada su momento de salir en escena. Pero incomprensiblemente paró, me besó, sonrió y me dijo un: Encantada. Ya nos veremos. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡COMOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!! Si calientas el plato, cometelo (pensé para mis adentros) mientras que veía a la chica como entraba en casa.

Indignación, impotencia y calentón.  Me quedé pensando unos segundos. No sabía si tocar la puerta. Pero era demasiado arrastrado. No lo hice. Mientras pensaba, estaba tocándome el rabo, y como no podía ser de otra manera, la cosa acabó en una pajilla. Corrida épica. Manos pringadas. Mientras buscaba un papel  en la guantera para limpiarme encontré unos rotuladores de mi sobrino. Tuve una idea de las mías. Saqué los rotuladores y como tenía el buzón a tiro, empecé a dibujarle unos ojos y una boquita abierta. Después cogí un papel y escribí: LO QUE PUDO HABER SIDO. Y lo pegué al lado de la boca del buzón (la dibujada por mi) con el chorreton que me colgaba en la mano.¡Qué estampa! Solo faltaba tocar el timbre y salir escopeteado del lugar. Y vaya si lo hice. Estuve todo el camino a casa descojonándome hasta el punto de tener de pararme en el parking de un conocido supermercado porque me estaba, literalmente, ahogando. Llegué a casa, cogí en brazos a mi perra y a su vez, señora de la casa, y marchamos a dormir plácidamente.

P.D: ¡Gibraltar Español!

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