Esta noche estaba en plan relax, no tenía ganas de hacer nada más que disfrutar de una buena copa de vino, para la ocasión he abierto un botella de Márques de Cáceres, he prendido un purito, Vega Robayna para más información, me he desprendido de la ropa, y, una vez completamente desnudo me he tumbado en la terraza a disfrutar de la brisa, las estrellas y la luna.
No necesitaba más, hasta que, y animado por la música que estaba sonando (la banda sonora de Desafío total de Jerry Goldsmitch), mi cuerpo me ha pedido algo de movimiento. Me he puesto en pie, he pegado un par de saltos para terminar de convencerme, y he ido a por la ropa.
Dudaba entre si ir al cine o bien ir a algún garito nocturno. Al final, he optado por la segunda opción y me he puesto en marcha hacia la zona nocturna de mi ciudad. Quizás, alguno de vosotros pensáreis que es triste salir solo, sin embargo, cuando te llegas a conocer y querer lo suficiente, tu mismo es la mejor compañía que puedes tener, sé que suena algo forever alone, pero es así. Es peor ir con gente, pero sentirse solo. Reflexionad sobre ello.
Una vez ya en el sitio elegido, el tipico antro de música comercial, gente joven y sudada, y chicas con ganas de elevar su autoestima a base de piropos propios del sector de la construcción, he ido directamente a la barra para refrecar el gaznate. La camarera, muy mona por cierto, iba muy liada y apenas miraba a la gente cuando les servía. Me indigna la falta de educación en este sentido. Sino dan abasto, que pongan a otra, pero el servicio tiene que ser óptimo. Cuando me ha tocado mi turno, me he acercado a su oreja y le he susurrado:
- Antes de servirme, mirame a los ojos, brindame una sonrisa y ponme un whisky.
Me ha mirado con cara extraña, como si no fuera con ella la cosa, y ha ido a por el whisky, una vez me lo ha puesto, me he vuelto a acercar a su oreja y le he dicho:
- Ten. Tomatelo a mi salud. Pero a la próxima, quiero una sonrisa. ¿Qué te debo?
Joder, menudo robo por un chupito de nada, almenos me ha dado las gracias y me ha devuelto una sonrisa. En mi mente he sumado lo que me había costado esa sonrisa, y he restado lo que falta para llegar al límite, ese límite que me da a entender que una prostituta me sale más a cuenta. Momento para ir a dar un garbeo por la pista de baile que estaba hasta arriba, parecían las gradas del Luis Sitjar cuando aún se miraba el futbol de pie y en gradas de cemento, ¡que grandes recuerdos! ¿verdad que sí?. Una vez ahí, había que examinar el percal, los metodos de camelamiento de la juventud y las reacciones.
He notado como un par de teenagers me echaban el ojo, la verdad es que desprendo un aire maduro e interesante que no pasa desapercibido entre las féminas que apenas llegan a la veintena y en el ambiente, notaba que querían ser penetradas por un servidor. Me he ido acercando a cada grupo de chicas para entrar con buen pie y he sacado de la chistera mi mejor repertorio de frases tales como:
- A robar carteras, que no hay pasta pa comer!!!
- Esto es el Bronxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Y varias más. Objetivo cumplido. Ya había generado la atención de las chicas, y lo que es mejor, la envidia en los machos ibéricos, que me veían como un serio competidor en la caza. Pero ese no era mi partido. Mi presencia en la pista no era más que testimonial, mi partido estaba en la barra, con la camarera, que seguía sirviendo sin parar copa tras copa.
He vuelto en su búsqueda y me he acercado nuevamente a su lóbulo para susurrarle:
- Ponme algo dulce. Un martini y tu mirada, por ejemplo.
- Solo está en venta el Martini (risas)
- Pues marchando ese martini mujer
Glub, glub, para adentro. Esta vez, ya sentado en la barra, desde donde observaba todo el percal. La posición es clave a la hora de entrar a una camarera. El clásico error es sentarse mirandola a ella, ya que las intimida y es algo violenta. Lo mejor es darles la espalda, pero yo, como soy calvito y hace días que tengo que pasarme la maquina de rapar y se me nota la diana, no he podido hacer esa postura, y me he decidido por sentarme de lado. It’s something.
He decidido no decirle nada, es tarea complicada que una camarera te “entre” pero había que jugrsela…. A los pocos minutos y mientras te limpiaba la zona de mi barra, ha empezado la conversación….
- ¿Qué? ¿Dónde estan tus amigos?
- En sus casas, con sus mujeres e hijos y durmiendo para mañana ir a trabajar
- Ahhh…. Y tu? Soltero sin compromiso?
- Soltero pero comprometido.
- ¿Y tu novia?
- No tengo
- Entonces… ¿por qué comprometido?
- Porque me comprometo a sacarte 100 sonrisas esta noche.
- (risas) Como se te va. ¿Usas esta frase con todas?
- La verdad es que no, me ha salido así, sobre la marcha
- (risas) Si ya…. Para mi que te las sabes todas tu….
- Solo se que no se nada dijo Socrates
- Ehhh?? (el ruído dificultaba la conversación)
- Nada mujer, ¿mucho trabajo,no?
- Siiiii, estoy rebentada
- Ya veo…. ¿a que hora cierro esto?
- A las 6, pero hasta las 7 no salgo.
- Uffffff…… que te sea leve chiquilla
- A ver….. y ahora viene lo peor, que es cuando esta gente va borracha y se vuelven pesados
- Ya…. No me gustaría estar en el saco de pesados, eh? Si molesto, me voy a ver a mis teenagers que he dejado en la pista
- -(Risas) Jajajajjaja no no, todo lo contrario, me entretienes, lo que voy y vengo, ya sabes.
(como podéis suponer, esta conversación ha sido por partes, mientras que mi niña servía diferentes tipos de combinados de alcohol, presumiblemente, de garrafón. Mañana os lo confirmaré):
Mientras ojeaba el movil, celular en Colombia, mi tierra de adopción y que desde aquí les mando un fuerte y sentido abrazo en especial a Alison, mi diosa de ébano,la camarera me ha vuelto a hablar….
- ¿Y qué? ¿Qué vienes a ligar?
- Uy no, he venido para sentirme jovenzuelo de nuevo y recordar viejos tiempos
- ¿Solo?
- Claro, asi los disfruto más
- Ahhhhh
(parecia que no entendía mi decisión de salir solo)
- ¿Cómo has venido? (me ha preguntado nuevamente)
- Andando, vivo a media horita, así me daba un poco el aire
- ¿Del centro?
- Si!!
- Anda, alomejor somos vecinos. Yo también vivo ahí.
- No creo, te tendría vista. Suelo tener controlado todo el genero femenino del barrio. Y tu cara, solo la he visto en sueños.
- (risas)
- Ya van unas 6 sonrisas. Me faltan 94.
- (risas)
- 93
- (más risas)
- Pues podemos volver juntos en taxi si quieres
- En teoria me lleva una compañera, pero si alfinal no voy, vamos en taxi.
- Vale, como quieras
En ese momento, había mucho trabajo y he ido a dar un paseito por la disco, para ir reposando la conversación. El trabajo estaba hecho y solo faltaba que lo sembrado se convirtiera en fruto. Pero sin forzar. No hay que ser ansias en el arte del ligoteo. Otra vez en la pista, aunque esta vez, menos observador y más bailongo al ritmo de esa bainaaaaaaaaaaa locaaaaaaaaaaaaaaa, que me lleva a la gloriaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…….. Odio la gente que tararea la canción mientras baila. ¿Vosotros no? Me entran ganas de matarlos. He bailado hasta que he empezado a sudar. Es el límite. Hay que saber pararse a tiempo. El tiempo ha pasado volando y LUCES ABIERTAS. En mis tiempos, eso significaba que te tenías que ir a la puta calle. Hoy, significa lo mismo. 6:00 a.m y pescado vendido. He ido a la barra a despedirme de mi niña y….
- Bueno niña, un placer esta noche, me voy recogiendo.
- Mmmmm…. Yo en 10 minutos salgo, ¿mes esperas?
- Si claro, pensaba te quedabas hasta las 7
- No, hoy no, ya me quedaré mañana que estoy rota
- Vale, te espero fuera
- Hasta ahora
Una vez fuera, he encendido un cigarro, estaba ansioso por infectarme un poco de nicotina, monóxido de carbono y demás porquería. No erá el único. Parecia un día de niebla en Londres. La juventud apuraba el último cartucho de la noche a base de intentos a la desesperada por conseguir meter el churro en caliente. Craso error. A las 6, el pescado está vendido. Solo quedan espinas y pescado pasado de fecha (o peso).
6:15 y sale mi niña, muy mona ella. Otra enganchada a la nicotina y alquitrán. Entre bocanadas de humo, hemos continuado con nuestra conversación, esta vez con tranquilidad y paseando mientras buscabamos un taxi, sin mucho éxito por cierto. Así que, y con la tonteria, hemos ido andando por el Paseo Maritimo hasta el centro, hasta que hemos llegado a una panadería.
- ¿Entramos? (yo)
- Venga!!!
Un café con leche para ella y un café para mi, por favor.
Ahí la conversación ya ha sido más directa, más personal y se ha interesado más por mi vida, por lo que hago, lo que dejo de hacer y todas esas cosas por las que se preocupan las mujeres. No me gusta que cojan la iniciativa con las preguntas. Ni que caigan en los típicos tópicos, valga la redundancia, de preguntas tipo test, pero me he amoldado a la situación. Me ha pedido el facebook y como uso un nombre troll, se lo he dejado escrito en su movil.
Una vez desayunados, hemos emprendido camino hacia su casa (que venía antes de la mia), apenas nos separaban 300 metros desde la panaderia, por lo que en apenas 3 minutos hemos llegado. Momento de la despedida. No hay nada que perder señores. ¿Dos besos? Eso es lo que le doy a mi madre y a mi abuela por navidad. Picotazo va picotazo viene. Besito en la boca y salida de la situación con total indiferencia. Sin mirar atrás. Como mandan los canones. Si sale bien, eso que me llevo. Si sale mal, que me quiten lo bailado. Y hasta la fecha, aún no conozco a nadie denunciado por acoso por un beso en la boca.
He llegado a casa y me he ido a hacer caca. Tenía la tortuga asomando. Lo primero es lo primero. Y los macarrones engullidos en la cena ya pedían a gritos su evacuación. Cuando cago, tomo todo el tiempo del mundo. Cigarrito, extra liga don balón y a leer. Me conozco todos los datos de los jugadores de primera y segunda división. Incluso el año de nacimiento. Por ejemplo, Mingo del Nástic de Tarragona, nació en 1977.
Habré estado unos 20 minutos tirando por lo bajo. Después, he ido al ordenador a ver que se cocía en la red, y he avistado que tenía una solicitud de amistad en FB y un Mensaje. Era ella. Ambas.
El mensaje ponia:
Porque todas las mañanas sean como esta. Quiero volver a verte.
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